Objetivo 7 Palestina

Durante la última década, la Franja de Gaza ha sufrido un déficit eléctrico que ha socavado las frágiles condiciones de vida de la población. El déficit de electricidad ha supuesto la puesta en marcha de un sistema de racionamiento que conlleva apagones regulares de 12 a 16 horas por día.
La falta de suministro eléctrico está teniendo un impacto directo en la prestación de servicios de salud, agua y saneamiento y educación a la población de Gaza.
El 70% de los pozos agrícolas que funcionan con electricidad no se pueden usar, lo que afecta a la productividad del 69% de las tierras cultivadas. Para paliar este problema, se han llevado a cabo iniciativas promovidas por la Cooperación Española relacionadas con la aplicación de la energía solar al bombeo agua para riego.

La falta de electricidad también afecta a la disponibilidad de agua potable ya que las plantas de desalinización no pueden funcionar adecuadamente. En este sentido, diversas intervenciones de ONGD españolas están dirigidas al uso de energía solar en el funcionamiento de plantas de desalinización.
Para evitar el colapso de los servicios básicos a la población, actualmente la ONU está coordinando la distribución de combustible de emergencia a 186 instalaciones críticas.
El 30% del combustible para hacer funcionar las instalaciones de suministro de agua y saneamiento está financiado por diferentes donantes internacionales.